• Vie. Jun 2nd, 2023

Proyecto de Ley busca que mujeres de estratos 1, 2 y 3 tengan toallas higiénicas gratis

Dane reveló que 45.000 mujeres no tienen acceso a toallas higiénicas y deben usar trapos, servilletas y retazos de ropa. Otras 17.000 no pudieron ir a trabajar o estudiar por no contar con elementos para su menstruación.

Fuente: El Colombiano

Unas 45.000 colombianas tuvieron que usar trapos, calcetines o servilletas durante sus días de menstruación a falta de recursos para comprar toallas higiénicas u otros elementos de higiene personal.

Así lo reveló una encuesta del Dane que, además, encontró que otras 17.000 mujeres no pudieron usar ningún elemento y se vieron obligadas a quedarse en casa sin asistir a sus trabajos o centros de educación.

Bajo ese contexto, en el Congreso de la República reposa un proyecto de Ley que busca otorgarles toallas higiénicas a las mujeres habitantes de calle y de estratos 1, 2 y 3, quienes, según el Dane, se convierten en la población económica más vulnerable del país.

De ser aprobado en Cámara y Senado, el proyecto cambiaría dos cosas claves en Colombia: primero, que el Estado tendría que proveer de forma gratuita esos productos de higiene menstrual, y segundo, que serían las EPS y las secretarías de salud de cada municipio las encargadas de hacerles llegar las toallas higiénicas y demás elementos a los grupos de interés.

Según el senador Pedro Flórez, quien radicó el proyecto ante el Congreso, la idea sería llegar también a las instituciones educativas de escasos recursos y a los centros carcelarios.

“Dentro de los elementos principales, las mujeres necesitarían toallas y tampones o copas menstruales, que son una opción más económica y ecológica para varias de ellas”, dijo Flórez.

Vivir sin toallas

Los productos de higiene menstrual no son baratos. Según precios promedios del mercado colombiano, un paquete de toallas de 30 unidades cuesta $ 30.000, uno de tampones por 16 vale $ 24.000 y una copa menstrual oscila entre los 70.000 y los 100.000 pesos.

“¿Cómo hace entonces una persona que está eligiendo entre comer y una toalla?”, se preguntó Luisa García, la encargada de juventud y género de Comfama, la primera caja de compensación del país que se ingenió un “subsidio menstruante” para apoyar hasta en un 80% del costo de los productos.

La propuesta ha calado tanto, que solo esa entidad ya reporta más de 14.000 asistencias entregadas.

La encuesta del Dane –realizada entre mayo del 2021 y mayo del 2022 en 23 ciudades del país– estableció que las poblaciones más vulnerables son las niñas entre los 10 y 17 años de edad, que representan el 37% de quienes no pudieron acceder a elementos de higiene menstrual; y las mujeres que se autoperciben como indígenas, que corresponden al 19% de las personas afectadas.

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